miércoles, 21 de septiembre de 2011

Las Islas Jónicas.

La vuelta de las vacaciones siempre es dura, y coincide que en Septiembre, la mayoría es cuando volvemos de vacaciones. Suele ser el mes por excelencia de la crisis post-vacacional. Ves cómo empieza a cambiar el tiempo, vuelven los atascos, todo el mundo de nuevo va a trabajar, empiezas a sacar la ropa de Otoño... Vamos, normal que nos deprimamos. ¿Y qué suele hacer uno para superar estos momento de bajón? Pues recordar lo bien que lo pasó durante sus vacaciones de verano, comentándolo con los amigos, viendo fotos... Y eso he hecho yo, recordarlo, ver fotos, y compartirlo con la gente.

Porto Limnionas (Zakynthos)

Cuando estábamos buscando destino para este verano (mi pareja y yo), teníamos claro que queríamos playa. Pero no cualquier playa. Queríamos playa del estilo de los anuncios de Dolce & Gabbana (me encantan los de Light Blue), muy mediterráneas. Y en esas me acorde de un programa de Callejeros Viajeros, que fueron a las Islas Jónicas. Lo vimos y nos convenció, por lo que nos pusimos a buscar viajes. Queríamos hacer varias islas, por lo que buscamos llegar a una isla, y volver desde otra. Y para movernos entre ellas, el Sky Express, ya que no hay ferry entre todas las islas. Por lo tanto, nuestro trayecto sería: de Madrid a Zakynthos, de Zakynthos a Kefalonia, de Kefalonia a Corfú, y de Corfú a Madrid. Se esa manera, haríamos en 11 días las 3 islas más importantes de las llamadas Islas Jónicas.

Blue Caves (Zakynthos)

Eran mediados de Agosto, y llegamos a nuestro primer destino: Zakynthos. Una isla muy Mediterránea (la que más de las tres), con mucho olivo y arbusto, bastante seca. Hace mucho calor (en las tres islas hacen temperaturas cercanas a los 40º). Nos alojamos en Laganas, la zona más turística, pero en el mal sentido: estaba hasta arriba de "guiris". Lo bueno que estábamos alejados, así que teníamos tranquilidad. Destacar de ésta isla lo abrupta que es, con muchos acantilados. Playas cómo tal, no tiene muchas, pero tiene las calas más bonitas que haya visto nunca (en persona claro). Agua cristalina, muy azul, muchas cuevas (las llamadas "Blue Caves"), las tortugas Caretta Caretta. Visitamos algunos rincones increíbles. Lo bueno es que las islas no son muy grandes, por lo que es fácil hacerlas enteras en poco tiempo. Recomendable coger un barco, para dar la vuelta a la isla, y ver así sitios que de otra forma no podrías llegar. Mención especial la Playa del Naufrágio. Las imágenes hablan por si solas...

Playa del Naufragio (Zakynthos), vista desde arriba

Playa del Naufragio (Zakynthos), desde el barco

A los 4 días, nos cambiamos de isla, y fuimos a Kefalonia. Esta isla es la menos explotada turisticamente. También es la más extensa, pero tampoco es muy grande, se recorre facilmente. La capital, Argostoli, es muy bonita. Nosotros nos alojamos ahí. Esta bien colocada para visitar todo, y tiene muchos restaurantes para cenar, y bares para tomar algo por la noche. Muy recomendable. Las playas, son menos rocosas, un poco más amplias. La mayoría son de piedras blancas y pequeñas, y el agua sigue siendo de un azul muy intenso. También tiene alguna playa de arena. Una en concreto, en Lixouri, tiene arena muy oscura, y piedras muy blancas detrás, que mezclándola con agua, producen barros que la gente se pone en el cuerpo.

Playa de Myrtos (Kefalonia)

Esta isla es también la que más tiene que ver, aunque en general, las islas Jónicas no tienen mucho que ver a nivel monumentos o accidentes naturales. La cueva de Drogarati, la cual se conserva muy bien, con estalactitas y demás. Luego, la cueva de Melisani, de la cuál se cayó el techo, y ha dejado el lago que tenía en su interior al descubierto, en el que se refleja la luz del sol. Quizás sea ésta la foto más típica de Kefalonia.También tienen alguna iglesia que merece la pena, y Fiskardo, un pueblo al norte de la isla, cuyo pequeño puerto lo hace encantador.

Cueva de Melisani (Kefalonia)

La última isla que íbamos a visitar era Corfú. Aquí estaríamos sólo 2 días, ya que es la más explotada de todas, y nosotros buscábamos otro tipo de turismo, lugares más naturales, menos explotados o masificados. Aún así, no podíamos dejar de visitar su capital, Corfú o Kerkyra (en las carreteras de la isla ponen el segundo nombre), una de las más bonitas del Mediterráneo. Calles estrechas, los cubre-ventanas abiertos, ropa tendida entre los edificios. Muchas vida, tanto de día cómo de noche. El sitio ideal para hacer las obligadas compras de souvenires, y muy buen lugar para cenar en uno de sus muchísimos restaurantes. También su antigua fortaleza merece la pena.

Kerkyra (Corfú)

A nivel de playas, muy similares al resto de las islas: calas pequeñas, rocosas, y con un agua increíble. La pena es que, al haber mucho más turismo, estaban hasta arriba de gente. Aún así, son muy recomendables. También es un buen sitio para hacer alguna actividad acuática, ya que hay mucha oferta. Incluso te alquilan pequeñas lanchas por horas, sin necesidad de tener ninguna licencia ni nada.

Playas Paleokastritsa (Corfú)

Otro gran atractivo de estas islas es su gastronomía. Muy buenos platos, comida bastante variada. Con clara influencia veneciana, tienen bastante pasta, mucho cordero y conejo, muchas ensaladas, pescados variados... Sin olvidar claro los platos típicos griegos, cómo el Tzatziki o la Moussaka. Hay muchísimos restaurantes en los cuales poder elegir los platos más típicos de cada isla. Y el vino que tienen también merece la pena, sobretodo blancos, que son los que más producen debido a su clima. Y en Corfú, no dejéis de probar la cerveza propia suya, hecha de jengibre, la cuál esta muy suave y muy rica. Vamos, mucho y muy variado, un auténtico placer para el paladar.

Porto Limnionas (Zakynthos)

¿Y son muy caras estas islas? Pues la verdad es que no, pero tampoco son especialmente baratas. Hay que tener en cuenta que son muy turísticas, por lo tanto siempre van a tener un precio más alto que el resto de Grecia. Aún así, se pude cenar bien, con bebida y postre, por unos 40 € la pareja. Para comer, una alternativa es comprar algo en sus buenísimas panaderías, que tienen muchos productos salados muy deliciosos, y que para un día de playa vienen muy bien. El alojamiento, hay de todo, pero sino se es muy escrupuloso, se pueden encontrar auténticas gangas. El alquiler del coche, básico para conocer a fondo cada una de las islas, en temporada alta son unos 40 €/día el coche más básico. Los vuelos, desde Madrid, unos 400 € ida y vuelta, y el Sky Express, para moverse entre islas, unos 40 €, todo esto por persona. La gasolina si es muy cara, la Sin Plomo 95 esta a 1,85 el litro. Con todo esto, podéis echar un calculo aproximado. No es un destino barato en su conjunto, pero tampoco es algo demasiado caro. Buscando bien y con tiempo, puede salir bastante barato.

Iglesia de Sami (Kefalonia)

Pues este ha sido nuestro viaje del verano. 11 días en unas islas con un marcado carácter Mediterráneo. 11 días en calas empedradas, de un color azul intenso. 11 días de muy buena comida y bebida. 11 días en los que he desconectado cómo nunca, y en los que me he relajado tanto, que la vuelta al trabajo ha sido más duro de lo normal. Pero siempre me quedara el recuerdo de el mar, la brisa, esos parajes verdes, y de esos preciosos atardeceres...

Atardecer en Keri (Zakynthos)

Campanario en Agrilia (Zakynthos)

Zakynthos

Blue Caves (Zakynthos)

Iglesia de Sami (Kefalonia)

Cueva de Drogarati (Kefalonia)

Playa de Myrtos (Kefalonia)

Puerto de Fiskardo (Kefalonia)

Playa (Kefalonia)

Assos (Kefalonia)